¿Cómo leer las nuevas etiquetas en los alimentos?

Puede resultar un poco confuso, pero aquí te explicamos como funciona estas etiquetas, y como elegir los productos que vamos a consumir.
México está ubicado como el segundo país con la mayor tasa de obesidad en adultos en el mundo, y según un informe del The New England Journal of Medicine, el 9.4% de los menores de edad mexicanos también tenían obesidad.
Incluso, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), estimó en 2017 que para 2030 el 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad.
Una de las principales complicaciones son las enfermedades cardiovasculares. En México estas representan 7 de las 10 principales causas de muerte, ya que las dos más relevantes son diabetes y enfermedades del corazón.
Por esto se han realizado cambios en el etiquetado de la información nutricional de los alimentos, con la finalidad de que la población sea más consciente al momento de elegir los productos a ingerir. El problema es que no se explicó bien cómo iban a funcionar estas nuevas etiquetas.
Exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, son las indicaciones que ahora por ley se tienen que imprimir o pegar en los empaques según la norma -051.
Pero resulta que ahora todos los productos, e incluyendo los que se promocionan como saludables, cuentan con alguna de estas etiquetas en su empaque, lo que ha causado que en lugar de intentar leer y comprender el significado de la etiqueta, abruman al consumidor a tal grado de ignorarla por completo.
Y la realidad es que si te comes una porción no necesariamente te estás excediendo en azúcar o grasas. Las etiquetas se basan en el contenido nutricional del producto en una cantidad de 100 gr o 100 mililitros, que no siempre representan una porción, sino varias.
Nos referimos a que, aunque algún producto contenga la leyenda de exceso, hay que tomar en cuenta que esto solo es si se consumen múltiples porciones. Por ejemplo, tu pan tostado favorito tiene el etiquetado de ‘exceso de calorías’, pero si solo comes una rebanada no representa un daño, porque no se está consumiendo en exceso.
Ahora, te damos algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta al momento de elegir alimentos procesados o bebidas.
- Primero hay que definir tus objetivos nutricionales, los cuales puedes concretar con un profesional de la nutrición.
- También hay que verificar las calorías del producto y los nutrientes que contiene, para así adquirir solo lo que se apague a tus objetivos.
- Y por último es importante conocer las cantidades máximas recomendables que debe tener un alimento procesado o una bebida, para poder consumirlos y no evitar estos alimentos por completo. Tienen que tener un 30% de Grasas totales, 20% de grasas saturadas y un 5% o 2.4 gramos de sodio.
Hasta el momento nos encontramos en la primera fase de la aplicación de esta norma, y se espera que a partir del primero de abril del 2021 se empiece a regular también la publicidad de estos productos.
Este es un plan de 3 fases, las cuales se esperan concluir en octubre de 2025.