
–Estoy enfrascada en un chismazo, resulta y resalta que, Juana cultivó su pensamiento leyendo un montón de libros, hasta que un día se le ocurrió la maravillosa idea de corregirle la plana al merochingón de la iglesia católica, lo hizo a través de una carta publicada como Atenagórica, a finales del siglo XVII.
Vieira era el apellido del merochingón, él dictó un sermón, en el que exponía que tres santos y teóricos de la iglesia se habían equivocado, vacassagradas Santo Tomás, San Agustín, San Cristóforo, según el merochingón, las vacassagradas, no habían explicado “bien, bien”, cuál era “la mayor fineza” de CRISTO, así que VIEIRA explica que esa fineza no era haber dado la vida en la cruz, sino haberse ausentado, para que todos sintieran la angustia de estar sin un Dios, y en cambio resucitó para decir que estaría siempre, pero que la ausencia era, una especie aleccionadora para que supieran que podía irse cuando él quisiera, no por nada era DIOS.
Bueno, pues, La JUANA revisa la homilía y le parte su mandarina en gajos a todos los argumentos del VIEIRA, le dice que su argumentación es FLACA, débil y que ella le va a explicar por qué, y así comienza una exposición ordenada de lo que dijo cada vacassagrada, poniéndose de lado de todas ellas y explicando por qué. Hasta concluir que VIEIRA se equivocaba.
JUANA, la cabronceta, agrega un colofón al texto, que sin ser teóloga ni saber de escrituras, sin maestros que le ayudaran en su comprensión, afirma que en realidad tanto el Tomás, el Agustín, el Cristóforo y, por supuesto, VIEIRA se equivocaban porque para ella la mayor fineza de Cristo era el LIBRE ALBEDRÍO, porque pudiendo crear a personas que le obedecieran sin remilgos, decidió dar a cada uno la libertad de buscarlo, y esa libertad es un poder divino.
Después de esta CARTA un TRAVESTIDO LITERARIO, el obispo de PUEBLA, le escribe una carta firmando como Sor Filotea para decirle que no sea PENDEJA y que se deje de ELACIONES, (como tampoco yo conocía esa palabra, me fui al diccionario y dice que elación se refiere a la altivez, elevación grandeza, alguien que se cree superior a los demás); el pinche obispo de puebla le dice que se deje de mamadas y que se concentre en cosas que la iglesia le confiere a las mujeres como ellas.
La Juana le contesta la carta a la Filotea, le explica su maldición por querer leer y aprender siempre, y de paso le refresca las contradicciones de los hombres que dirigen la iglesia, porque en ningún lado de las sagradas escrituras dice que se prohíbe que la mujer pueda estudiar, en cambio a no sabemos quién se le ocurrió que la mujer o debía casarse o hacerse monja, pero nunca ir a la universidad, ni estudiar, y que ella, como miembro del claustro hacía todas las chingadera que le imponían y cuando por fin le quedaba un tiempo libre entonces podía estudiar, y que por favor, no estuvieran mamando, después se fue a cuidar a hermanas religiosas enfermas de fiebre tifoidea, se contagia y muere.
Finalmente me entero que, a la mitad del siglo XX una investigadora gringa de lengua Hispana, Dorothy Schons, estudia a Sor Juana pese a la oposición de sus compañeros investigadores machos de la Universidad de Texas quienes deciden no ascenderla en el escalafón de profes, no sólo por estudiar a una mujer, sino a una mexicana, ¿cómo se le ocurre?, por eso mejor se mata, alv. No sin antes dejar constancia contradictoria a la tesis de otro macho poderoso, Octavio Paz, quien, durante mucho tiempo, tuvo los reflectores por estudiar a la JUANI, Paz sostenía que la monja, después de escribir la Carta Atenagórica, ser reprendida por el Travestido, más la ausencia de sus protectores (los virreyes), pues lo más lógico era pensar que TUVO miedo, por eso obedeció la orden y dejó de escribir para siempre. En cambio, la Doctora Schons dice que: NI MADRES, que la Juana fue muy consciente de lo que hacía y que la decisión de guardar silencio para siempre no había sido una condición del miedo, sino de la VOLUNTAD y la más alta conciencia, por eso había decido retirarse al cuidado de sus hermanas monjas, porque sabía que enfermaría y moriría, para la Schons la muerte de la JUANA no sólo fue planeada, sino perfectamente asumida y querida.
Hablemos de esto.