Octubre, un mal mes para los gatos negros.

El mes de octubre esta muy relacionado a las tradiciones norteamericanas de día de brujas, y con ellas también las supersticiones en torno a los gatos negros. Cada que vemos una imagen de una bruja en su escoba, esta es acompañada de un gato negro como la noche, y por ende, se les relaciona con la brujería. Pero conozcamos el verdadero origen de estas supersticiones.
Cuando Roma se volvió al cristianismo, todo lo que tenía que ver con paganos y paganismo fue demonizado. Así se dio a luz al concepto del diablo. Se creía en gran medida que el gato negro se afilió al mal en la Edad Media, cuando el papa Gregorio IX exigió que todos los gatos fueran exterminados, especialmente los gatos negros, ya que estos fueron vinculado con el diablo.
Se dice que la disminución de los gatos provocó la Peste Negra Medieval, dado que fue una enfermedad transportada por las ratas y al ser aniquilado el gato doméstico, su principal depredador, la población de ratas aumentó. Fue hasta el reinado de Luis XIII en 1630 que se detuvo esta práctica.
Cuando se inició la locura de la caza de brujas, muchas de estas mujeres sin hogar fueron acusadas de practicar la magia negra, y sus compañeros los gatos cayeron en desgracia junto con ellas. Incluso se escuchaba la creencia de que los gatos negros eran la encarnación de las brujas durante la noche, y que durante día se convertían en mujeres.
Estas creencias son reforzadas a través del entretenimiento como películas, series y libros. Y aunque en ocasiones tienen un tinte divertido, no ayudan para nada a romper los estereotipos que envuelven a estos animalitos.
Incluso los refugios de animales recomiendan no dar en adopción a los gatos negros durante este mes, ya que gente que de verdad cree en la magia negra y los utilizan para hacer actos de brujería.
Lo cierto es que son animales del mal ni mucho menos. Es bastante triste que hasta la fecha sigan estando atrapados en una serie de creencias y costumbres que solo los catalogan como seres despreciables, poniéndolos en riesgo.