
Según la ciencia, los olores más desagradables del mundo son:
El mercaptano, una mezcla de hidrógeno y azufre que se encuentra en la materia en descomposición que recuerda a los huevos podridos.
El durio se debe a los compuestos sulfurados de una fruta tropical del mismo nombre, del sudeste asiático, y es extremadamente nauseabundo.
La Amorphophallus titanum y la Rafflesia arnoldii son flores de un enorme tamaño, a las que se les conoce popularmente como lirio del cadáver o flor cadáver porque huelen a cuerpo en descomposición.
El Vieux Boulogne es un queso cuyo aroma, según dicen, se parece al provocado por la tuberculosis o las infecciones urinarias.
Los excrementos tienen un aroma realmente tan desagradable que ni nosotras mismas soportamos nuestras propias heces.