Plantas ancestrales para curar

Con esmero y haciendo uso de una sabiduría orgánica y milenaria, mujeres tzeltales y tzotziles del estado de Chiapas, en el sureste de México, recuperan el uso de plantas medicinales para tratar enfermedades respiratorias en plena pandemia de coronavirus.
Estas mujeres, migrantes de pueblos indígenas de la región y miembros del colectivo At’el Antsetik (Mujeres Trabajadoras), desde hace varios años se han dedicado a preservar las técnicas ancestrales de la herbolaria, a través del rescate oral de las prácticas en sus respectivas comunidades y la perfección de estas con capacitación técnica continua.
La aplicación de estos conocimientos ancestrales y el rescate de plantas han hecho que para quienes usan el huerto, el panorama durante esta pandemia no sea tan sombrío, ayudando a prevenir y mitigar, aseguran, los devastadores efectos de la enfermedad.
Antes de enfocarse en la producción de plantas medicinales nativas propias de los Altos de Chiapas, rescataron su identidad cultural.
Y mediante una moderna lluvia de ideas, el colectivo logró establecer que los problemas estomacales y de las vías respiratorias eran las dolencias más frecuentes en la región.
Luego se sumergieron en sus recuerdos para recordar cómo hacían sus abuelas y abuelos para aliviarles el dolor cuando eran niñas.
Durante cinco años se han enfocado en fomentar las prácticas de autocuidado para prevenir enfermedades, principalmente las relacionadas con las vías respiratorias, los problemas gastrointestinales y los dolores musculares.
A partir de la transmisión del conocimiento ancestral han recuperado más de 70 plantas para tratar problemas respiratorios, que si bien no curan la COVID-19, sí fortalecen el sistema inmunológico contra este virus y otras enfermedades, favoreciendo que esta no se manifieste en sus formas graves, dicen.