
Algunas series y películas, The Goop Lab, The Game Changers, What the health, Down to Earth se ofrecen en Netflix como de divulgación científica, aunque en realidad presentan creencias pseudocientíficas.
Este tipo de divulgación confunde a las audiencias ya que no utiliza el método científico y se caracteriza por el uso de afirmaciones vagas, contradictorias y hasta exageradas.
Para ejemplo, la docuserie Down to Earth, con el popular actor Zac Efron al lado de Darin Olien, quien se denomina un cazador de superalimentos exóticos, creador de un suplemento alimenticio y autor de un libro sobre salud. Los objetivos de este programa son abordar el cambio climático y el bienestar, y desde ahí ya resulta difícil establecer una conexión entre ambas situaciones.
La falta de atención a los detalles va en aumento conforme avanza la serie. En el episodio sobre el agua, Efron señala que de un 50 a 65 por ciento del cuerpo humano está compuesto de agua. Unos minutos más adelante, un sommelier en agua, Martin Riese, señala que el 70 por ciento del cuerpo es agua. Nunca se hace ninguna aclaración de cuál de los dos porcentajes es el correcto.
El mismo Riese asevera que el agua mineral es casi un medicamento y advierte el peligro de beber agua purificada o agua de la llave hervida o clorada porque han perdido sus minerales. Esta información es completamente falsa. Los minerales se obtienen de una alimentación variada y el cloro en el agua es uno de los avance de salud más importantes.
No se trata de criticar el show, sino de señalar que cuando se trata de temas de salud la precisión científica es un elemento fundamental. Lo más frustrante de Down to Earth es que combina información falsa con información fidedigna. Entonces no sabes a qué atenerte.