Suspiria 1977 vs. 2018

Suspiria de 1977 es un referente del cine de terror de todos los tiempos, entonces nos preguntamos ¿Qué sentido tiene hacer un remake de esta obra maestra? Luca Guadagnino, quien estaba en un momento de éxito tras el estreno de Call me by your name, se dispuso a realizar su propia versión de la Suspiria de Darío Argento.

El director tenía dos opciones: por un lado, realizar una copia del original, como podría ser el caso de Psycho (1998) de Gus Van Sant o del auto-remake de Funny Games (2007) realizado por Michael Haneke, o modificar totalmente la obra base, hasta el punto de producir un filme que no mantuviera de la primera más que el título y el esqueleto narrativo. Esta última es la elección que tomó el director siciliano, quien de hecho se refiere a la película más como un homenaje a su homónima de hace cuarenta años.

Y es que, desde la escena de la llegada de Susie al aeropuerto, la nueva Suspiria (2018) empieza a marcar diferencias con respecto a la vieja: mientras que en la versión anterior la música hipnótica y fuerte insistencia en el color rojo marcaban el ingreso a un mundo de pesadilla, en esta, dicha escena se caracteriza por el color gris y por la total ausencia de música. En adelante, casi todas las elecciones de Guadagnino serán orientadas a la creación de un objeto fílmico mucho más sobrio que el original, sobre todo a nivel de impacto audiovisual..

Un aspecto que marca una diferencia entre las películas es el papel que juega la danza en su desarrollo. Y es que, si bien en la película de Argento la ambientación en una escuela de danza tenía su razón de ser principalmente a nivel narrativo, como lugar eminentemente femenino, en la de Guadagnino la danza adquiere, desde todos los puntos de vista, un papel central, considerando a la danza como disciplina donde se afirma el control de la mente sobre el cuerpo, ejemplo claro de esto lo vemos en la escena donde el baile de Susie tiene efectos directos y devastadores sobre el cuerpo de otra chica.

En la película de Guadagnino no hay sustos, la atmósfera se va construyendo poco a poco, con un clímax lento pero constante.

Ambas películas están disponibles en la plataforma de Amazon prime.